Proyecto Luces para Aprender : Energía solar e Internet para 60 mil escuelas
Un programa que pretende llevar energía solar y acceso a Internet a más de 66 mil escuelas rurales y de difícil acceso de América Latina. Desarrollada en el marco de las Metas Educativas 2012, la iniciativa busca mejorar la educación de miles de niños y reducir la brecha digital que existe en la región.
En América Latina hay cerca de 121 millones de habitantes rurales, que en muchos casos no acceden a los mismos servicios básicos que el resto de la población. Una de las grandes problemáticas se vincula a la educación, dado que a la escaza cantidad centros educativos se suman problemas de infraestructura propios de las zonas rurales.
Según un informe de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), con sede en España, en la región latina existen aproximadamente 90 mil escuelas sin energía eléctrica. Encabezan la lista México, Brasil y Perú, seguidos por países como Honduras, Nicaragua y Colombia.
El hecho de no contar con electricidad no solo impide garantizar las condiciones básicas de la enseñanza sino que además aumenta la desigualdad por no poder acceder a las tecnologías de la información y de la comunicación.
Por tal motivo la OEI trabaja con el Proyecto Luces para Aprender, un programa que pretende llevar energía solar y acceso a Internet a más de 66 mil escuelas rurales y de difícil acceso de América Latina. Desarrollada en el marco de las Metas Educativas 2012, esta iniciativa busca mejorar la educación de miles de niños y reducir la brecha digital que existe en la región.
El proyecto trabaja en la dotación de paneles solares, una solución con bajo costo económico y respetuosa con el medio ambiente. Para la instalación de este sistema, se ofrecen cursos de formación profesional en electricidad y energías alternativas, lo que se traduce en nuevas posibilidades de empleo para las personas de esa comunidad.
Asimismo, Luces para Aprender desarrolla aspectos como la conectividad, la sostenibilidad del proyecto, la formación de los maestros y la participación de la comunidad. Este último punto es por demás importante dado que busca generar un proceso de sensibilización en las comunidades destinatarias para que participen y se apropien de la iniciativa. En este sentido, proponen que los centros educativos implicados realicen actividades pedagógicas con los educandos para intercambiar experiencias y conocer la realidad de otros países.
Un componente comunitario, además, se concreta a través del desarrollo de la película de Luces para aprender, donde se invita a los educandos de la sociedad iberoamericana que quieran participar a dar su testimonio sobre cómo son y qué se podría hacer para ayudar a las escuelas sin electricidad. La idea es, través de la recopilación de videos de dos minutos, crear una película colectiva que muestre las ideas y experiencias de sus participantes.
Primer Proyecto realizado en Colombia
El Departamento de Chocó, en Colombia, fue uno de los primeros en recibir los paneles solares del programa. Ahora cientos de alumnos colombianos cuentan por primera vez con electricidad, computadoras e Internet. El vídeo siguiente muestra los trabajos realizados en la zona:
Un proyecto en ejecución
Entre las naciones participantes del programa se encuentran Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Nicaragua, México, Ecuador, Perú, Uruguay y Paraguay, entre otros. No es el caso de países como Argentina y Chile dado que allí los mismos gobiernos asumieron el compromiso de dar energía a las escuelas que aún no la tienen.
A través de Luces para Aprender, durante el 2012 se han instalado de manera piloto paneles solares en alrededor de cien escuelas que forman parte del programa. La idea es en el plazo de tres años abarcar el 85 por ciento de las escuelas sin luz, para luego culminar con las restantes que son las de más difícil acceso. La instalación del sistema cuesta alrededor 4.200 euros, lo que se financia a través de fondos de la OEI y de las donaciones de otras organizaciones y empresas. Para alcanzar la totalidad de la suma, se espera contar con el aporte de más organismos internacionales, compañías privadas o ciudadanos particulares.